BREVE RELATO DE MI LARGA VIDA

domingo, 3 de julio de 2011

ANGEL!

Mi prima Marisol, a la que ya conocéis tiene una capacidad para escribir... y para entretenerse, escribe cuentos... que se guarda, para ella. ... me gustó tanto este cuento, que lo publiqué en mi blog, porque me pareció que os gustaría, o sea que con permiso de la autora, lo publico. Gracias Marisol

La contempló sentada tras los visillos: aureolada por el sol de la mañana parecía talmente un ángel rubio y delicado. El polvillo dorado le aureolaba el rostro de finas facciones y la delgadez de sus mejillas de porcelana hacía parecer aún más grandes aquellos ojos de almendra. No parecía de este mundo.
Se acercó sin hacer ruido y se sentó frente a ella. Como siempre, la miró y ella le devolvió la mirada como si le costase enfocar sus ojos, como si viniera de muy lejos y hubiera estado viendo cosas que escapaban a los humanos. Sonrió, aquella sonrisa triste y quebrada que se le metía en el alma.
-¿Cómo te encuentras, cielo? ¿Te traigo un poco de leche? Rosario ha hecho magdalenas de esas tan ricas…
-Aún es temprano, mamá… puede que más tarde….- le dolió aquella vocecita de timbre apagado, el patético esfuerzo que hacía para ocultarle que no tenía ganas de vivir.
No supo que más hacer, ni qué decir. Sólo la besó en la frente y acarició con dulzura sus rizos. Ah, si pudiera darle la vida que corría por sus venas, si pudiera parirla de nuevo con carne de su carne y regalarle los años que le quedaban a ella. ..
Tuvo que marcharse antes de que las lágrimas volvieran, dio un pretexto y salió corriendo hacia la cocina. Dios, por qué… pero ¿acaso existe un Dios? No puede existir y permitir esa injusticia, no puede llevarse a una criatura inocente, quitarle la vida de esta manera. Nada tenía sentido, el mundo era una aberración, todo lo que había constituido su vida, sus principios, era mentira. Los médicos, con toda su ciencia en la que antes confiaba eran incapaces de salvar a su niña. El cura… el cura decía que era la voluntad de Dios y que había que aceptarla. ¡Maldigo a ese Dios cruel! No existe, no existe, somos una circunstancia incomprensible en el universo, no sabemos ni entendemos nada. Pobres ilusos, queremos darle explicación a todo para conjurar nuestros miedos, pensamos que dominamos el mundo y no podemos ni tan sólo dominar nuestra vida ni nuestra muerte. Ella era una persona fuerte, luchadora, ninguna circunstancia de su vida había conseguido arrugarla… a veces se preguntaba cómo había podido parir una criatura tan delicada, tan angelical, ella que era todo fuego. Desde que se la pusieron en brazos por primera vez sintió ese instinto desesperado de protegerla, como si presintiera que la vida era un frágil hilo de seda que ataba a esa criatura al mundo, tan frágil que se rompería en cualquier momento. Siempre pareció un hada etérea que, por descuido, hubiera tomado forma humana.

  1. Y ahora no podía luchar contra esto, no podía luchar contra la muerte que se acercaba traidora e inexorable a su pequeña. Si pudiera, pelearía con todas sus fuerzas, con toda su desesperación, pero … no era posible…¿por qué no podía hacer nada? … no existe Dios ¡estoy sola, nadie me escucha!

5 comentarios:

  1. Yo admiro el arte que tiene Marisol para escribir y si no he podido terminar el cuento ha sido tan solo pior desviar la tristeza almenos por hoy ..Un abrazo a ti y otro para ella Besos!!

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  2. Gracias Tini, por tu sensibilidad.

    Marisol, tiene varios cuentos guardaditos en una carpeta, y se los lee de vez en cuando, pero son cosas que oye por la calle, o a veces vivencias que ha tenido ella, y las plasma transformadas en cuento.
    Procuraré irlas publicando yo, si ella no lo hace
    Besos y cúidate Tini
    Merana

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  3. Si que es un cuento hermoso
    pero lejos de culpar a Dios
    le buscaría para remediar
    males y llenar esperanzas,
    es más efectivo,
    seguro

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  4. Meraniiita liindaaa...que alegria me dieron tus mensajitos...
    Hermoso cuento,triste,pero muy bien contado,excelente,mis saludos a Marisol
    Y yo te quiero muuuchoooo maaaaas!!!
    Besotes
    Ale

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  5. Marisol escribe muy bien, con su puntito de amargura... cuando nos desesperamos pensamos que estamos solas, pero siempre hay alguna mano amiga que nos reconforta.

    Un beso para ti y otro para Marisol

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