- LAS GAFAS
Un amigo mío se fue a Madrid, y sabiendo que su novia necesitaba unas gafas, al pasar por una óptica entró, después de ver unas cuantas gafas se decidió y compró unas muy bonitas y elegantes.
La dependienta se las envolvió, y pagó la cuenta, pero al marcharse, en lugar de coger la caja con las gafas, se llevó por error otro paquete similar que había al lado, y que contenía unas bragas que alguna cliente de la óptica había olvidado.
Mi amigo se fue directamente a correos y la envió la caja a su novia junto con una carta, sin darse cuenta de la equivocación.
La novia al recibir el paquete se quedó perpleja por su contenido, y así que leyó la carta, esta decía.
Querida mía: Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las antiguas, y estas son cosas que se deben de cambiar de vez en cuando.
Creo a ver acertado con el modelo, La dependienta me dijo que eran la última moda y me enseñó las suyas, que eran iguales, entonces yo para ver si eran ligeras las cogí y me las puse allí mismo, no sabes como se río la dependienta, por que estos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosas y más en mi. Que tengo unos rasgos alargados.
Una chica muy mona que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las probó para que yo viera el efecto que hacían, Las vi estupendas, y me decidí y las compré. Póntelas y enséñaselas a tus padres y hermanos, en fin a todo el mundo a ver que dicen.
Al principo te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas y más ahora que has estado un tiempo sin llevar ningunas, si te quedan pequeñas me lo dices para cambiarlas, ya que te pueden dejar marca y cuando te las quites para ir a la calle, todo el mundo va a notar que no las llevas.
Ten cuidado también que no te queden grandes, no sea que al ir andando se te caigan, llévalas con cuidado y sobre todo no vayas a perderlas, ya que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todo el mundo vea tus encantos.
En fin espero que te gusten tanto como a mi, solo estoy deseando vértelas puestas y observar los encantos que se esconden tras de ellas.
Creo que es el mejor regalo que podía hacerte, cariño.SUPONGO DE DESPUES, LLEGÓ LA RUPTURA....
BREVE RELATO DE MI LARGA VIDA
martes, 24 de abril de 2012
martes, 17 de abril de 2012
·CARTA
DEL ELEFANTE
Señor Rey de España: Soy un elefante de Botsuana, el país
africano en el que me dicen que su Majestad ha estado recientemente para
descansar de sus fatigas, cazándonos en un safari. Los elefantes somos
mansos, aunque fieros cuando nos atacan. También nuestros dioses, los de
la sabana, son dioses buenos, no vengativos, aunque sí celosos de sus
habitantes. Quizás por ello, han querido reservar su vida, importante
para su país, aunque han querido advertirle con su caída y sus fracturas
en el campamento desde donde salía para cazarnos, que sería mejor ya
para su Majestad que ha vivido ya más de lo que vivimos uno de nosotros,
dedicase su tiempo a otras cosas, en vez de venir a matarnos. Por
ejemplo a seguir a esa España que se está desmoronando económicamente, a
ese 52% de jóvenes que sufren el aguijón del paro después de tantos
años de estudios, o simplemente a disfrutar de ver a los animales correr
y divertirse en su habitad natural, pero sin escopetas, con las manos
vacías o llenas de flores. Nosotros sabemos que no ha hecho nada ilegal
viniendo y pagando muchos miles de euros para matar a uno de los
nuestros. Se lo permiten las leyes de mi país. Para muchos, matar
gratuitamente animales es como lo era antiguamente cazar a lazo a los
negros o indios para esclavizarlos. ¿Pero basta que algo sea legal para
realizarlo? Existen también las leyes del corazón, no escritas, las de
los sentimientos humanos, que dicen por cierto que son superiores a los
nuestros y existen ciertos ejemplos que un Rey debe ofrecer de su vida
incluso privada. Su Majestad, desde su primer discurso como Rey, afirmó
que quería serlo de todos los españoles. Yo sé que en España hay aún
mucha gente que no se importa de ver sufrir o morir a los animales y que
hasta se divierte observándolo. Pero existen también millones,
sobretodo de jóvenes, que aman a los animales, que quieren protegerles y
conviven con ellos. A esos millones de españoles, no creo que les guste
especialmente la imagen de su Rey llegando a esta África, que es
nuestro territorio, escopeta al hombro, para distraerse disparándonos
sin que podamos defendernos. Nos han dicho, Majestad, que posee una de
las mejores colecciones de escopetas de caza que existen. ¿Podemos
hacerle una sugerencia? Haga de ellas un museo y anuncie a los
españoles, que su Rey ya no va a matar a ningún animal y que los años
que aún le queden de existencia- que le deseamos sean aún muchos más de
los que nosotros vivimos, los va a dedicar a distraerse a favor de la
vida y no de la muerte. Sabemos que nosotros, los elefantes, como el
resto de los animales, no tenemos derechos. Nacemos para ser cazados y
muertos. Pero queremos recordarle que nosotros no hacemos mal a nadie.
Somos sensibles y humildes y hasta nos parecemos a ustedes los Homo
Sapiens. Dicen los zoólogos que somos de los pocos animales que
respetamos a nuestros difuntos y de los pocos que saben reconocerse,
como los humanos, en un espejo. Es verdad que quizás para ustedes los
humanos los elefantes seamos inútiles, no somos indispensables para
nada, pero, no por ello deben tener el derecho de matarnos. También las
monarquías hoy- y lo digo con todo el respeto- aparecen inútiles para
muchos y no por eso se hace la caza a los reyes y reinas. Y hablando de
reinas, nos gustaría saber qué piensa su discreta y querida reina Sofía
de su amor por la caza de elefantes. Ella como mujer y como madre, debe
saber que en nuestra organización en la sabana, vivimos un reino
matriarcal. Ellas, las elefantas, organizan y dirigen nuestra comunidad.
Son madres amorosas, dan de mamar a sus hijos durante tres y hasta
cinco años y sufren como ustedes los humanos cuando se los matan por
capricho. Por último nos gustaría que sus nietos y biznietos,
Majestades, un día consiguieran divertirse sin necesidad de venir a
África a cazarnos y arrancar nuestros colmillos de marfil para adornar
los palacios reales con sus trofeos de muerte. Quizás, ni queriendo
podrán ya hacerlo porque quedamos sólo 30.000 elefantes en todo el mundo
y al ritmo con el que nos matan, sus nietos ya no tendrán como hacerlo,
porque habremos sido extintos. Tendrán que conformarse con cazar
cucarachas que al parecer tienen un millón de años y resisten hasta a
las radiaciones atómicas. Nosotros, no. Somos más grandes, pero más
frágiles. Quizás por ello nos amen tanto los niños a los que les gusta
divertirse con nosotros. Vivos, no muertos. Sólo desearle, Majestad, en
nombre de nuestros dioses, que se recupere pronto del susto que le hemos
dado, que no era para matarle, sino para hacerle pensar que sería mejor
para su Majestad, que a la hora de dejar este Planeta, los elefantes
que aún estemos vivos, podamos llorar por usted en vez de alegrarnos por
haber perdido a un verdugo. Los vientos de la selva son misteriosos,
Majestad. ¿ Por qué no nos regala sus escopetas en vida? Con respeto y
en nombre de todos los elefantes de Botsuana
. Autor: Juan Arias.
Me pareció que el elefante tenía mucha razon.... defendia sus derechos.
(Muy coherente)
domingo, 8 de abril de 2012
ANOSOGNOSIA
ANOSOGNOSIA
Hoy leyendo un artículo, quedé mucho más tranquilo, por eso les voy a
transcribir la parte más interesante: "Si uno tiene conciencia de los
problemas de memoria es que no los tiene" Hay un término ANOSOGNOSIA,
que indica el no darse cuenta de lo que ocurre. La mitad de los mayores
de 50 años presenta alguna falla, pero es más de la edad que de
enfermedad. Quejarse sobre fallas de la memoria es un hecho muy
frecuente en personas de 50 años de edad para arriba. Se traduce en no
poder recordar el nombre propio de un individuo, de entrar a una
habitación sin saber qué se iba a buscar, olvidar el título de una
película, dónde se dejaron las gafas o las
llaves.
En estas edades, más de la mitad de los adultos presenta esta
dificultad, lo cual indica que más que una enfermedad es una
característica de los años que se tienen. Muchas personas se preocupan
(a veces en exceso) por estos olvidos. De aquí una afirmación
importante: Quien es consciente de padecer de estos olvidos es quien no
tiene problemas serios de memoria, ya que quien padece una enfermedad de
la memoria con el inevitable fantasma del Alzheimer no tiene registro
de lo que efectivamente le pasa, ya que presenta ANOSOGNOSIA, un término
médico que indica no darse cuenta de lo que le ocurre.
B. Dubois, profesor de neurología de CHU Pitié-Salpêtrière, acuñó una
paradójica pero didáctica explicación válida para la mayoría de los
casos de personas preocupadas por sus olvidos: "Cuanto más se quejan los
sujetos de su memoria, menos probabilidades tienen de sufrir una
enfermedad de la memoria".
Por cierto, ¿a quién dije que me gustaría dedicarle esta entrada?
Me permití copiar este interesante escrito de mi amigo bloguero FRANCISCO ESPADA
sábado, 7 de abril de 2012
Agregar
“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después…- y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
-E…encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien- asintió el maestro.
Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió.
Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si la venta es urgente…
El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
Autor: Jorge Bucay
El verdadero valor del anillo
“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después…- y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
-E…encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien- asintió el maestro.
Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió.
Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si la venta es urgente…
El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
Autor: Jorge Bucay
viernes, 6 de abril de 2012
Hola AMIG@s: Hace tres años creé este blog al que le tengo mucho cariño, pues sin saber mucho de informática, me atreví, y poco a poco, he ido publicando en él A MI AIRE mis vivencias, mis trabajos, lo siento como parte de mi, porque he ido publicando lo que sentía en cada momento
En la clase de informática, mi profesor me dijo que abriera otro blog de Word Press, para aprender y que despues podria eliminarlo... pues lo he abierto, y habiendo publicado varias entradas, ahora no quiero eliminarlo, porque me gusta tambien.
Se llama elrincondemerana.wordpress.com y escribo temas variados, de todo un poco.
Si quereis visitarlo, os agradecería que me dierais vuestra opinión.
Os deseo que paseis unas buenas fiestas
Un abrazo
martes, 3 de abril de 2012
QUIERO DEDICAR ESTA ENTRADA A MI
AMIGA CHELIS.
Nunca hubiera pensado, lo que se puede querer a una persona, sin conocerla.
Conocí a Chelis, hace tres años, en facebook, y teníamos una comunicación, bastante fluida.
Era una persona llena de vida, que contagiaba con su buen humor siempre.
Ya no la tenemos con nosotros... el sábado cerró los ojos para siempre...no pudo con el cáncer maldito, que nos la arrebató.
Mucha gente la conocía porque entraba mucho en facebook, y casi a diario escribía ,,,subia imágenes, música,... comentaba... le gustaban las imágenes de AURORAS BOREALES, era una persona muy positiva.
En B.M. le dediqué una carta que nunca leerá, y en mi blog, he querido dedicarle unas palabras.
UN BESO CHELIS
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